Conoce los Mitos y Realidades del Sarampión: Información Clave para Proteger tu Salud

La Paz, 01 de julio de 2025 – El sarampión es una enfermedad infecciosa grave y peligrosa que ha generado diversos mitos y realidades, lo que hace crucial distinguir entre ambos para tomar decisiones informadas sobre la salud. Así lo afirmó Roxana Salamanca, jefa de la Unidad de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud y Deportes.
Mitos y Realidades sobre el Sarampión
Mito: El sarampión ya no existe, o es una enfermedad inofensiva.
Realidad: La enfermedad aún está presente y no ha sido erradicada, ya que no todos los niños han sido inmunizados. En Bolivia, se han registrado más de 70 casos, y puede causar complicaciones graves como inflamación cerebral, neumonía, pérdida auditiva o ceguera, especialmente en niños pequeños.
Mito: La vacuna contra el sarampión no funciona.
Realidad: La vacuna SRP es segura y eficaz, protegiendo contra el sarampión, rubéola y paperas. Su uso durante más de 50 años ha generado una buena respuesta inmunológica. Bolivia estuvo libre de sarampión gracias a altas tasas de vacunación, que han disminuido tras la pandemia de Covid-19.
Mito: Es mejor enfermarse para lograr inmunidad natural.
Realidad: Aunque la enfermedad puede conferir inmunidad, también puede causar complicaciones severas, como ceguera, neumonías, encefalitis e incluso la muerte.
Mito: Solo los niños contraen el sarampión.
Realidad: Los adultos también pueden contraer la enfermedad, especialmente aquellos que no fueron vacunados. Los brotes recientes han afectado más a adultos sin la dosis en la infancia.
Mito: El enfermo no debe bañarse.
Realidad: Las personas con sarampión pueden bañarse, aunque se recomienda que sea por poco tiempo y en lugares abrigados para evitar cambios bruscos de temperatura.
Mito: Pintarse de negro alrededor de los ojos evita que los granitos ingresen al ojo.
Realidad: Esta práctica es un mito y no previene complicaciones, ya que el sarampión es infectocontagioso y sigue su curso natural.
Mito: Las escamas de las llagas del sarampión contagian.
Realidad: El sarampión se contagia a través de gotitas respiratorias al hablar, toser o estornudar. Una persona infectada es contagiosa desde unos días antes de la aparición de la erupción cutánea.
Salamanca también recomendó evitar el rascado de las erupciones y usar una toalla seca para aliviar el escozor. “En un cuadro de sarampión, se debe evitar colocar cualquier sustancia sobre las erupciones cutáneas. La vacunación es clave para prevenir complicaciones que pueden derivar en neumonía, encefalitis y, en algunos casos, la muerte”, concluyó.







